La Ciudad de Oaxaca, declarada Patrimonio de la Humanidad, es la ciudad más folclórica que hemos visitado, se distingue por su bella arquitectura, exquisita gastronomía, hermosos textiles y obviamente por sus costumbres y tradiciones ¡Aquí te dejamos las 10 mejores cosas que hacer en la Ciudad de Oaxaca!

Oaxaca se distingue por su bella y colorida arquitectura colonial, en general todo el centro histórico es una verdadera joya que puedes recorrer caminando muy fácilmente. De lo más pintoresco está en los Arquitos de Xochimilco, además de ser peatonal, las fachadas son un auténtico arcoíris.

El ex convento de Santo Domingo es quizás la construcción más emblemática de toda la ciudad, no por nada la Unesco le dio el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Actualmente está dividido en 3 secciones: el Templo de Santo Domingo, el Museo de las Culturas y el Jardín Etnobotánico.

Junto con el templo de San Diego en Morelia, es la iglesia más impresionante que hemos visto por dentro, literalmente quedas boquiabierto en cuanto entras.  Deslumbra un dorado intenso, pues absolutamente todo está laminado en oro de 23.5 quilates, sí todo: paredes, altar y techo… ¡Ni un espacio vacío!

La mayor parte del ex convento de Santo Domingo es hoy en día el Museo de las Culturas. Además de ser una joya arquitectónica, cuenta con numerosas salas relatando la historia del estado. Entre las salas más relevantes están los Tesoros de la Tumba 7 de Monte Albán. ¡El descubrimiento arqueológico del siglo!

Es la tercera parte del ex convento. Durante el recorrido guiado explican cómo se relacionan las plantas de Oaxaca con las diferentes etnias de este estado tan biodiverso. De hecho, el nombre de Oaxaca proviene del término “huaje” que es un árbol. Además, hay un área de cactáceas súper fotografiable.

Ir a Oaxaca y no visitar sus mercados es como no haber ido, los más populares son tres y se encuentran en la misma zona. No dejes de probar: tlayudas, tejate, tasajo, cecina enchilada, memelitas, 7 moles de Oaxaca, tamales, pan de yema, chapulines y chocolate de agua. ¡Eso sí… adiós dieta!

El Mercado 20 de Noviembre, ideal para probar la auténtica comida Oaxaqueña, en especial el pasillo de carnes; el Mercado Benito Juárez, ideal para comprar artesanías y recuerditos; y el Mercado de Artesanías, ideal para comprar ropa y textiles Oaxaqueños. Los tres son baratos.

Otro de los imperdibles es el Teatro Macedonio Alcalá, que es tan bonito por dentro como por fuera. Vale mucho la pena asistir a una función, es de los teatros más bonitos que hemos visitado y por lo regular los viernes y domingos hay funciones gratuitas. ¡Muy bien Oaxaca, promoviendo la cultura!

Una de las cosas que más nos gustó de Oaxaca son sus tradicionales Calendas, un alegre desfile por las calles del centro histórico, donde la gente va bailando al  ritmo de la tambora. Casi todos los días hay Calendas en Santo Domingo, ponte atento para que veas lo que es una verdadera fiesta Oaxaqueña.

Oaxaca tiene muchas terrazas desde donde puedes tener otra bella vista de Santo Domingo. Nuestras favoritas fueron: Pitiona, que tiene comida gourmet; Las 7 Regiones del Alma, que es un poco más económico y la vista también es increíble; y para salir en la noche Txalaparta, que tiene un súper ambiente.

Aquí si aplica el dicho: “para todo mal mezcal y para todo bien también”. En Oaxaca te recomendamos probar más de uno, pero todo con medida. Una de las mezcalerías más tradicionales es el Salón de la Fama y el mezcal más común es el de agave espadín, aunque dicen que el mejor es el de agaves silvestres.